Las palabras son las
víboras que me aprietan la garganta hasta
asfixiarme en mis pensamientos más profundos para que se me haga un nudo y no poder respirar. Nadando en un río salado salado siento que me
deboran la conciencia y miles de signos aparecen frente a mi nadie sabe esas respuestas, nadie me las puede decir y la verdad es que yo tampoco. Tengo miedo de todo, no puedo ni sacar un pie del agua porque no
confío en el diluvio que
vendrá si me
atrevo a tan solo nombrarlo. Que afilados son tus dientes hoy.
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