Reflexiones de viaje

Después de días en soledad o simplemente de paz interior pude darme cuenta de lo simple que es la felicidad. De cosas tan simples sonreír, sentirme plena, con el simple hecho de viajar, ver un paisaje y escuchar alguna melodía que haga juego con este, mirar miles de estrellas juntarse cuando el sol se va y con mucha suerte ver una rebelde que se mueve y se pierde facilmente entre la inmensidad del universo, ver un paisaje hermoso y sentirse pleno por un momento, guardarlo como un secreto, simplemente sonreír.
De las cosas más simples que tiene la vida, saber que te hacen más que feliz, caricias al corazón; desde un abrazo, una caricia o una mirada sincera, la cosa más simple hace que tu corazón lata con más intensidad, y no me podes negar que te saca una sonrisa siempre.
Después de un viaje no muy largo, un descanso, un punto y aparte a lo cotidiano, un despeje, un momento de paz; sigo disfrutando de esas cosas simples que me hacen plenamente feliz y no es por ser conformista, no, sino simplemente por disfrutar.