lunes, 6 de octubre de 2008

La vida

Muere lentamente quién se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quién no conoce. Muere lentamnte quién hace de la televisión su gurú. Muere lentamente quién no voltea la mesa cuanto está infeliz en el trabajo, quién no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quién no se permite por lo menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quién no viaja, quién no lee, quién no oye música, quién no encuetra gracia en si mismo. Muere lentamente, quién destruye su amor propio, quién no se deja ayudar. Muere lentamente quién pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente quién abandona un proyecto antes de iniciarlo. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

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